27 de enero de 2024

Santa María "en sábado"

 

«"De Maria numquam satis": nunca es suficiente lo que se diga de la Madre de Dios, nunca habremos hablado de ella lo bastante. San Luis Grignion de Montfort cita ese dicho latino, tradicional y común entre los mariólogos, en su Tratado de la verdadera devoción.

Algo equivalente  resuena en una antigua antífona, todavía en uso en la liturgia de las horas:

 Virgen inmaculada y santa, ninguna alabanza es digna de ti, pues por ti hemos recibido a nuestro Redentor, Jesucristo nuestro Señor. 

En ambos textos se denota la magnitud de la alabanza que se tributa a María: nunca es suficiente, ni por su número ni por su calidad; nunca será adecuada a su dignidad, al hecho de que por ella recibimos al Redentor, al hecho de que ella es su Madre, la Madre de Dios». 

«Hay una razón complementaria que explica la atención afectuosa puesta en María, la devoción de los fieles, el esfuerzo de los doctores católicos para esclarecer y profundizar su conocimiento, la intención de la Iglesia toda que le ha dispensado una alabanza creciente: es lo que ella representa para nosotros, lo que ha hecho y hace a favor nuestro».

«Desde el hoy de la eternidad María ejerce sobre nosotros su maternidad en el orden de la gracia, y nosotros experimentamos una relación filial con ella. La Iglesia, escribió el beato Juan Pablo II, "mantiene con la madre de Dios un vínculo que comprende, en el misterio salvífico, el pasado, el presente y el futuro, y la venera como madre espiritual de la humanidad y abogada de gracia"».

«Son verdades de fe, no exageraciones piadosas; si se apoya y centra en esas verdades, la devoción mariana puede evitar cualquier deformación, superar un mero culto exterior e interesado, no ordenado finalmente a la gloria de Dios, a la conversión de vida y a la salvación». 

«No sin discusiones y conflictos, ya desde la antigüedad se fueron esclareciendo verdades fundamentales de una teología mariana: la virginidad perpetua (antes del parto, en el parto, después del parto), la santidad eximia de la Madre de Dios y su relación con los discípulos de su Hijo. Orígenes, el gran teólogo del siglo III, escribió: "Nadie puede comprender el sentido del Evangelio si no ha reclinado su cabeza sobre el pecho de Jesús y si no ha recibido de él a María por madre". En esta frase se reconoce que María ejerce una maternidad espiritual por la cual los cristianos comprenden y viven el Evangelio».

Fragmentos de una homilía del entonces Arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, durante una celebración en el Carmelo Regina Martyrum y San José, de esa ciudad, en 2012.


La imagen, que fotografiamos en enero de 2015, se encuentra en el predio de la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la ciudad de Cariló, en la provincia de Buenos Aires.

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