17 de junio de 2024

Lunes de la Semana XI Durante el Año

La Lectura Patrística del Oficio de Lecturas del Lunes XI del Tiempo Ordinario está tomada del “Tratado sobre el Padrenuestro de San Cipriano, obispo y mártir (Caps. 8-9: CSEL 3,271-272).

El primer párrafo del texto alude a esos dos momentos de la oración en que llamamos "nuestro" al Padre y al pan de cada día:

Ante todo, el Doctor de la paz y Maestro de la unidad no quiso que hiciéramos una oración individual y privada, de modo que cada cual rogara sólo por sí mismo. No decimos: «Padre mío, que estás en los cielos», ni: «El pan mío dámelo hoy», ni pedimos el perdón de las ofensas sólo para cada uno de nosotros, ni pedimos para cada uno en particular que no caigamos en la tentación y que nos libre del mal. Nuestra oración es pública y común, y cuando oramos lo hacemos no por uno solo, sino por todo el pueblo, ya que todo el pueblo somos como uno solo.


Padre nuestro“Pan nuestro: son nuestros el Padre y el Pan. Ambos son evocados ("Pater et Panis") en el escudo de la Catedral Basílica de Salta, como puede verse en las fotos que tomamos en el frente y en el altar mayor de esa hermosa iglesia.


La lectura de hoy concluye así: 

¡Cuán importantes, cuántos y cuán grandes son, hermanos muy amados, los misterios que encierra la oración del Señor, tan breve en palabras y tan rica en eficacia espiritual! Ella, a manera de compendio, nos ofrece una enseñanza completa de todo lo que hemos de pedir en nuestras oraciones. Vosotros - dice el Señor- rezad así: «Padre nuestro, que estás en los cielos».

El hombre nuevo, nacido de nuevo y restituido a Dios por su gracia, dice en primer lugar: Padre, porque ya ha empezado a ser hijo. La Palabra vino a su casa - dice el Evangelio- y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Por esto, el que ha creído en su nombre y ha llegado a ser hijo de Dios debe comenzar por hacer profesión, lleno de gratitud, de su condición de hijo de Dios, llamando Padre suyo al Dios que está en los cielos.

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