El Evangelio de la Misa de hoy (Mt 7, 6. 12-14) comienza con esta sentencia de Jesús:
«No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos».
«No den las cosas sagradas a los perros»: la frase del Señor es evocada por Santo Tomás de Aquino en una estrofa del himno Lauda Sion:
Este es el pan de los Ángeles,
convertido en alimento de los peregrinos:
es el verdadero pan de los hijos,
que no debe tirarse a los perros.
La frase "Non mitténdus cánibus" ("No debe tirarse a los perros") aparece en el capitel de una de las columnas de la Basílica del Santísimo Sacramento.
Ecce panis Angelórum,
factus cibus viatórum:
vere panis filiórum,
non mitténdus cánibus.
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