25 de julio de 2024

25 de julio: San Cristóbal

Pese a la enorme popularidad de San Cristóbal, y a que este blog ya lleva casi una década de vida, esta es la primera vez que honramos aquí la memoria de este santo.

Desde el punto de vista histórico, es escasísimo lo que sabemos acerca de San Cristóbal. Ni siquiera sabemos en qué siglo vivió. El Martirologio se limita a decir que fue mártir en Licia. 

Seguramente a partir de su nombre, que significa «el que lleva a Cristo», se fue tejiendo en torno a él una leyenda,  famosa en todo el mundo, cuya parte principal cuenta lo siguiente, en versión de la Leyenda Áurea de Jacobo de la Vorágine (del siglo XIII):

Cierta noche cuando dormía en su choza, oyó la voz de un niño que le llamaba: «Cristóbal, ven a transportarme». Cristóbal se despertó y salió, pero no vio a nadie. Volvió a entrar en su morada y oyó, por segunda vez, la misma voz; inmediatamente acudió, pero no encontró a nadie. Al oír el llamado por tercera vez, Cristóbal salió a buscar detenidamente y encontró, a la orilla del río, a un niño que le pidió amablemente, que le transportase a la otra orilla. Cristóbal subió al niño en sus hombros, tomó su cayado y empezó a vadear la corriente. Pero las aguas empezaron a subir y el niño pesaba como el plomo. Cuanto más avanzaba Cristóbal, más crecía la corriente y más pesado se hacía el niño, de suerte que Cristóbal tuvo miedo de perecer ahogado. Sin embargo, con gran esfuerzo pudo llegar a la otra orilla. Entonces dijo al pequeño: «Niño, me has puesto en un grave peligro. Me pesabas como si cargase el mundo sobre mis hombros. ¡Nunca había soportado un peso tan grande como el tuyo, que eres tan pequeño!» Y el niño respondió: «No te maravilles por ello, Cristóbal. No has cargado al mundo, pero llevaste sobre los hombros al Creador del mundo. Yo soy Jesucristo, el Rey a quien sirves con tu trabajo. Y, para que sepas que digo la verdad, planta tu cayado junto a tu casa, y yo te prometo que mañana tendrá flores y frutos». Dicho esto, desapareció el niño. Cristóbal plantó su cayado y, cuando se levantó a la mañana siguiente, el palo seco era como una palmera llena de hojas, de flores y de dátiles.

La leyenda también señala el pasado oscuro de Cristóbal -antes llamado Réprobo-, su estatura gigantesca,  las conversiones que su ejemplo produjo, y las torturas que sufrió por ser cristiano.


En la actualidad, el santo es muy popular como patrono de los viajeros, de modo particular de los conductores de automóviles; en muchos vehículos yo he visto su imagen.

Las fotos fueron tomadas en dos ocasiones distintas (2017 y 2018) en la iglesia porteña dedicada al santo, que da nombre a todo el barrio.

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