Dice hoy el Martirologio: "Memoria de San Luis Gonzaga religioso, que, nacido de nobilísima estirpe y admirable por su pureza, renunció a favor de su hermano el principado que le correspondía e ingresó en Roma en la Orden de la Compañía de Jesús. Murió, apenas adolescente, por haber asistido durante una grave epidemia a enfermos contagiosos".
Nacido en 1568, manifestó desde niño una extraordinaria piedad, un profundo espíritu de mortificación, y un acendrado amor a la virtud, incluso en medio de las obligaciones cortesanas que su condición y linaje le imponían.
Con apenas 18 años ingresó en la Compañía de Jesús, en la que fue un novicio modelo.
En 1591, Roma fue atacada por una virulenta epidemia de fiebre. Los jesuitas abrieron un hospital en el que prestaban servicios todos los miembros de la orden. Allí Luis desplegó una actividad extraordinaria cuidando a los enfermos, consolándolos e instruyéndolos, y cumpliendo cualquier tarea que fuese necesaria. Al poco tiempo, él mismo cayó víctima del mal. Pensó que moriría, y con alegría recibió el viático y la unción. Pero, contra todas las predicciones, se recuperó de aquella enfermedad. Sin embargo, su salud quedó seriamente quebrantada.
Pese a su debilidad, siempre continuó con sus prácticas piadosas. Solía preguntarle a su confesor, que era nada menos que San Roberto Bellarmino, si creía que algún hombre pudiese volar directamente a la presencia de Dios, sin pasar por el purgatorio. San Roberto creía sinceramente que eso ocurriría con Luis. En una ocasión, Luis cayó en un arrobamiento que se prolongó durante toda la noche, y fue entonces cuando se le reveló que habría de morir en la octava del Corpus Christi. Durante todos los días siguientes, recitó el «Te Deum» como acción de gracias.
En la noche entre el 20 y el 21 de junio de 1591, con los ojos clavados en el crucifijo y el nombre de Jesús en sus labios, falleció con apenas 23 años. Fue canonizado en 1726. Es el Patrono de la Juventud.
La imagen que ilustra esta entrada se venera en la Basílica de Nuestra Señora de la Merced. Como todas las fotos de este blog, la tomé personalmente.
Oración Colecta:
Señor Dios nuestro, autor de todo bien,
que has querido unir en san Luis Gonzaga
una admirable inocencia de vida
y un austero espíritu de penitencia,
concédenos, por su intercesión,
que si no hemos sabido imitarlo en su vida inocente,
lo sigamos en el camino de la penitencia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Próxima entrada: 25 de junio (Santa María en sábado)
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