En este sábado, compartimos en este sábado una antigua imagen de Nuestra Señora de los Buenos Aires, que se venera en la basílica porteña homónima.
Oramos con el Prefacio IV de la Santísima Virgen María
En verdad es justo darte gracias,
Padre santo,
fuente de la vida y de la alegría.
Porque en esta etapa final de la historia
has querido revelarnos
el misterio escondido desde antiguo,
para que así el mundo entero
retorne a la vida y recobre la esperanza.
En Cristo, nuevo Adán,
y en María, nueva Eva,
se revela el misterio de tu Iglesia,
como primicia de la humanidad redimida.
Por este inefable don
la creación entera,
con la fuerza del Espíritu Santo,
emprende de nuevo su camino hacia la Pascua eterna.
Por eso nosotros,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos a una voz
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo ...
Próxima entrada: 21 de junio, San Luis Gonzaga
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