Un hermoso vitral ubicado cerca de la puerta principal del templo de San Agustín, en Recoleta, sirve para unirnos a la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.
Prefacio
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque en los Apóstoles san Pedro y san Pablo
nos das un motivo de gran alegría:
Pedro fue el primero en confesar la fe,
Pablo, el insigne maestro que la interpretó;
aquél formó la primera Iglesia con el resto de Israel,
éste la extendió entre los paganos llamados a la fe.
Ambos congregaron, por diversos caminos,
a la única familia de Cristo
y, coronados por un mismo martirio,
son igualmente venerados por tu pueblo.
Por eso, con los santos y los ángeles,
te albamos, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Próxima entrada: 2 de julio (Santa María en Sábado)
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