2 de noviembre de 2017

2 de noviembre: Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos



Dice el Martirologio:  «Conmemoración de todos los fieles difuntos. La Santa Madre Iglesia, después de su solicitud en celebrar con las debidas alabanzas la dicha de todos sus hijos bienaventurados en el cielo, se interesa ante el Señor en favor de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los difuntos desde el principio del mundo, cuya fe sólo Dios conoce, para que, purificados de toda mancha del pecado y asociados a los ciudadanos celestes, puedan gozar de la visión de la felicidad eterna».

Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica  (958): "«La Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el cuerpo místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos del cristianismo honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció sufragios por ellos; "pues es una idea santa y piadosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados" (2 Mac 12, 46)"» (Lumen Gentium, 50). Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor".  

En el 1032 afirma: "Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios".

Y en el punto 1689, hablando de la celebración de las exequias, añade:  "Cuando la celebración tiene lugar en la Iglesia, la Eucaristía es el corazón de la realidad pascual de la muerte cristiana (cf. Ritual de exequias, Prenotandos, 1). La Iglesia expresa entonces su comunión eficaz con el difunto: ofreciendo al Padre, en el Espíritu Santo, el sacrificio de la muerte y resurrección de Cristo, pide que su hijo sea purificado de sus pecados y de sus consecuencias y que sea admitido a la plenitud pascual de la mesa del Reino (cf. Ritual de exequias, Primer tipo de exequias, 56). Así celebrada la Eucaristía, la comunidad de fieles, especialmente la familia del difunto, aprende a vivir en comunión con quien "se durmió en el Señor" , comulgando con el Cuerpo de Cristo, de quien es miembro vivo, y orando luego por él y con él".




Un gran relieve en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación (Scalabrini Ortiz y Córdoba) representa este gran misterio: la celebración del sacrificio eucarístico es fuente de esperanza y salvación para los difuntos que aguardan en el Purgatorio la purificación de sus pecados.

Oración Colecta de la Misa 2  de la sección 
de las Misas de Difuntos "por varios o por todos los difuntos":

Dios todopoderoso y eterno,
vida de los mortales y gozo de los santos,
te pedimos humildemente por tus hijos;
haz que liberados de toda atadura terrenal,
participen de la gloria eterna en tu Reino.


Próxima entrada:  4 de noviembre (San Carlos)

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