Como sabemos, en Buenos Aires la Memoria de San Martín de Tours es celebrada con la categoría de Solemnidad, pues el santo obispo es Patrono de la ciudad desde 1580.
Martín nació en 317 en Panonia, en la actual Hungría; este año se han cumplido 1800 años de su nacimiento.
Era hijo de un tribuno romano. Fue educado en Pavía; luego se enroló en la guardia imperial. En el año 334 tuvo lugar su gesto más conocido: la entrega de la mitad de su capa a un pobre en la puerta de Amiens.
En el año 337 fue bautizado, después de seis años de catecumenado. Fue discípulo de San Hilario de Poitiers. Se sintió atraído por la vida religiosa y en particular por la monástica.
Tras resucitar a un catecúmeno, hecho que le ganó fama de taumaturgo, fue elegido obispo de Tours en el año 371, dedicándose, con el apoyo del emperador, a la evangelización incluso en las regiones más distantes de su Iglesia.
Se destacó por sus valientes intervenciones ante los agentes imperiales, igual que San Ambrosio en Milán. Tuvo que sufrir diversos ataques, incluso de sus sacerdotes, que no compartían el estilo de vida austero del clero formado por él.
Mientras se dirigía a una parroquia rural a pacificar al clero dividido, fue sorprendido por la muerte. Murió el 8 de noviembre del año 397 y fue enterrado en su ciudad episcopal el 11 de ese mes, fecha que quedó fijada para su Memoria. Fue desde el primer momento un santo muy popular, sobre todo en Francia; su culto se difundió en Roma desde el siglo VIII y en toda la alta Edad Media se expandió su devoción a lo largo de Europa.
Cuando Juan de Garay fundó la ciudad de Buenos Aires, le asignó un santo Patrono por sorteo, y salió elegido San Martín de Tours. En el pequeño pero bonito templo porteño dedicado al Patrono de la ciudad tomé la foto que ilustra nuestra entrada de hoy.
Se destacó por sus valientes intervenciones ante los agentes imperiales, igual que San Ambrosio en Milán. Tuvo que sufrir diversos ataques, incluso de sus sacerdotes, que no compartían el estilo de vida austero del clero formado por él.
Mientras se dirigía a una parroquia rural a pacificar al clero dividido, fue sorprendido por la muerte. Murió el 8 de noviembre del año 397 y fue enterrado en su ciudad episcopal el 11 de ese mes, fecha que quedó fijada para su Memoria. Fue desde el primer momento un santo muy popular, sobre todo en Francia; su culto se difundió en Roma desde el siglo VIII y en toda la alta Edad Media se expandió su devoción a lo largo de Europa.
Cuando Juan de Garay fundó la ciudad de Buenos Aires, le asignó un santo Patrono por sorteo, y salió elegido San Martín de Tours. En el pequeño pero bonito templo porteño dedicado al Patrono de la ciudad tomé la foto que ilustra nuestra entrada de hoy.
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