13 de noviembre de 2017

13 de noviembre: Beato Artémides Zatti

Aunque la Memoria del Beato Artémides Zatti figura el 15 de marzo en el Martirologio,  en la Argentina se la celebra el 13 de noviembre.

"Artémides Zatti nació en Boretto (Reggio Emilia) el 12 de octubre de 1880. (...) A a los nueve años ya se ganaba el jornal como peón. Obligada por la pobreza, la familia Zatti, a principios del 1897, emigró a Argentina y se estableció en Bahía Blanca. El joven Artémides comenzó enseguida a frecuentar la parroquia dirigida por los Salesianos, encontrando en el párroco don Carlos Cavalli, hombre piadoso y de extraordinaria bondad, su director espiritual. Fue éste quien lo orientó hacia la vida salesiana. Tenía 20 años cuando entró en el aspirantado de Bernal".



Asistiendo a un joven sacerdote enfermo de tuberculosis, contrajo esa enfermedad. Entonces fue trasladado a Viedma en busca de clima más propicio; allí había además un hospital en el que trabajaba un estupendo enfermero salesiano que hacía prácticamente de médico: el padre P. Evasio Garrone. El sacerdote invitó a Artémides a rezarle a María Auxiliadora para obtener la curación, sugiriéndole lo siguiente: «Si Ella me cura, tú te dedicarás toda la vida a estos enfermos». "Artémides hizo de buen gusto tal promesa; y se curó misteriosamente. Más tarde dirá «Creí, prometí, curé». Estaba ya trazado su camino con claridad y él lo comenzó con entusiasmo. Aceptó con humildad y docilidad el no pequeño sufrimiento de renunciar al sacerdocio". Emitió votos como hermano coadjutor en 1908 e hizo la Profesión Perpetua en 1911. "Coherente con la promesa hecha a la Virgen, se consagró inmediata y totalmente al Hospital, ocupándose en un primer momento de la farmacia aneja, pero después, cuando en 1913 murió el P. Garrone, toda la responsabilidad del hospital cayó sobre sus espaldas". Cumplió tareas de vicedirector, administrador, y sobre todo diestro enfermero, apreciado por todos los enfermos y por todo el personal sanitario.

"Su servicio no se limitaba al hospital sino que se extendía a toda la ciudad, y hasta a las dos localidades situadas en las orillas del Río Negro: Viedma y Patagones. En caso de necesidad se movía a cualquier hora del día y de la noche, sin preocuparse del tiempo, llegando a los tugurios de la periferia y haciéndolo todo gratuitamente. Su fama de enfermero santo se propagó por todo el Sur y de toda la Patagonia le llegaban enfermos. No era raro el caso de enfermos que preferían la visita del enfermero santo a la de los médicos".




"Artémides Zatti amó a sus enfermos de manera verdaderamente conmovedora. Veía en ellos a Jesús mismo"; por ejemplo, cuando les pedía ropa a las hermanas  para un muchacho recién llegado, decía: «Hermana, ¿tiene ropa para un Jesús de 12 años?». "La atención hacia sus enfermos alcanzaba rasgos muy delicados. (...) Fiel al espíritu salesiano y al lema dejado como herencia por D. Bosco a sus hijos – «trabajo y templanza» – desarrolló una actividad prodigiosa con habitual prontitud de ánimo, con heroico espíritu de sacrificio, con despego absoluto de toda satisfacción personal, sin tomarse nunca vacaciones ni reposo. Hay quien ha dicho que sus únicos cinco días de descanso fueron los que transcurrió... ¡en la cárcel! Sí, conoció también la prisión por la fuga de un preso recogido en el Hospital",  fuga que quisieron atribuirle. Pero fue absuelto y su vuelta a casa fue triunfal.

"Fue hombre de fácil relación humana, con una visible carga de simpatía, alegre cuando podía entretenerse con la gente humilde. Pero sobre todo, fue un hombre de Dios". Artémides  irradiaba a Dios. "Un médico más bien incrédulo del Hospital, decía: «Cuando veía al señor Zatti, vacilaba mi incredulidad». Y otro: «Creo en Dios desde que conozco al señor Zatti»".



"En 1950 el infatigable enfermero cayó de una escalera y fue en esa ocasión cuando se manifestaron los síntomas de un cáncer que él mismo lúcidamente diagnosticó. Continuó sin embargo cuidando de su misión todavía un año más, hasta que tras sufrimientos heroicamente aceptados, se apagó el 15 de marzo de 1951 con total conocimiento, rodeado del afecto y del agradecimiento de toda la población".

Hemos seguido la biografía publicada en el sitio web del vaticano con motivo de su beatificación, celebrada en 2002; los párrafos entrecomillados y en cursiva son textuales. Las tres fotografías fueron tomadas en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos. 

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