En estos días de septiembre se celebran en Salta, con peculiar solemnidad y gran concurso de fieles, las fiestas del Señor y de la Virgen del Milagro. Se trata de una celebración que tiene lugar ininterrumpidamente desde fines del siglo XVII.
Hoy, en la Arquidiócesis de Salta, se celebra con el grado litúrgico de Solemnidad a la Virgen del Milagro. Aunque la historia del Señor del Milagro comienza un siglo antes que la de la Virgen, nos centraremos ahora en los hechos vinculados con la imagen mariana.
Según la tradición, una imagen de la Inmaculada Concepción, que pertenecía a una familia de Salta, era llevada todos los años a la Iglesia Matriz (la actual Catedral de Salta) con ocasión de la fiesta de la Natividad de María. El 13 de septiembre de 1692 la imagen todavía se encontraba en ese templo. Ese día hubo fuertes terremotos; la cercana ciudad de Esteco, que era el centro geográfico y comercial de la región, se hundió quedando totalmente arruinada. Ante estos hechos, los pobladores de Salta se dirigieron a orar a la iglesia. Allí, en medio del templo parcialmente destruido, se pudo ver a la imagen de María, caída de su hornacina, intacta -pese a la altura de la que había caído- y en actitud suplicante ante el Sagrario. Su rostro, además, cambiaba de color. La imagen fue sacada al atrio y continuaron las plegarias, pero los temblores no cesaban.
Un sacerdote jesuita, José Carrión, aseguró que había escuchado una voz que con toda claridad le decía que mientras no sacasen la imagen de Cristo crucificado, que hacía un siglo estaba abandonada en el Altar de las Ánimas, no cesarían los terremotos.
Se trataba de la imagen que hoy llamamos Señor de los Milagros, que había llegado a Salta en 1592 y permanecía prácticamente olvidada desde entonces.
El crucifijo fue sacado en procesión. Los temblores cesaron el día 15. Desde entonces se celebran las fiestas que por ese motivo se llaman "del Milagro" y se renueva el "pacto de fidelidad" entre el Señor del Milagro (cuya Solemnidad tiene lugar ese día) y el pueblo de Salta. Cabe destacar que de todos estos hechos se levantaron actas, que se conservan.
El Señor y la Virgen del Milagro recibieron la coronación pontificia en 1902.
Las fotos que ilustran esta entrada corresponden a unas réplicas que se veneran en la Basílica de San Ponciano, en La Plata
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