El Martirologio consigna hoy: «En Eboriacum (hoy Faramoutiers), de la región de Meaux, en la Galia, Santa Fara, abadesa, la cual, habiendo gobernado durante muchos años el monasterio, fue agregada al grupo de las vírgenes que siguen al Cordero de Dios».
Fara (también llamada Burgondofara), «era hija de un noble franco que, pese a haber dejado que de niña la bendijera San Columbano y la consagrara a Dios, se opuso firmemente a la vocación religiosa de su hija».
Más tarde, lograda por fin la licencia de su padre, Fara «funda la abadía de Brige o Evoriacum, llamada luego Faremoutiers», de la que fue abadesa durante más de treinta años, «viviendo y haciendo vivir a sus monjas con gran santidad, como se muestra en la multitud de santas salidas de su convento».
«Eran hermanos suyos San Cagnoaldo, monje, y San Farón, Obispo de Meaux. Murió en el 657».
(Fuente: "Todos los santos", de Repetto)
A causa de un milagro que se le atribuye (haber devuelto la vista a una de las hermanas de su comunidad) suele invocársela como protectora de la vista y los problemas en los ojos.
La imagen que vemos se venera en la iglesia ortodoxa de San Martín de Tours, en el barrio de Palermo. La santa lleva en su mano un libro con la frase «Ceux qui sèment dans les larmes récoltent dans la joie», es decir, "Los que siembran entre lágrimas recogen con alegría", o bien, según la versión argentina de la Biblia, «Los que siembran entre lágrimas cosecharán entre canciones» (Salmo 126, 5).
Próxima entrada: 11 de diciembre (San Daniel Estilita)
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