son honrados conjuntamente hoy.
En el libro "El Año Litúrgico", de J. Pascher ¹, leemos lo siguiente:
En el libro "El Año Litúrgico", de J. Pascher ¹, leemos lo siguiente:
«...Felipe y Santiago deben su fiesta romana a una basílica, a saber, a la iglesia que ahora se llama "basílica de los doce apóstoles". Fue edificada por papa Julio (337-352) y se llamó primero, por el fundador, "basilica Iulii". No hay motivo alguno para creer que ya entonces fuera destinada al culto de los apóstoles.
(...)
La basilica Iulii fue transformada bajo los papas Pelagio I (556-561) y Juan III (561-574). Hasta su total modificación en el siglo XV (...) en el ábside estaba la dedicación a Santiago y Felipe: "Quisquis lector adest, Iacobi pariterque Philippi cernat apostolicum lumen inesse locis" ².
(...)
Cuando en 1873 se descubrió bajo el altar mayor el altar del siglo VI, se halló un relicario con restos del esqueleto de dos hombres. Un trozo de diente se ajustaba exactamente a un resto de diente en la reliquia de la cabeza de Santiago, guardada en la catedral de Ancona. Ambas reliquias proceden, por tanto, de un cuerpo, cuyos restos se quisieron enterrar en la nueva iglesia como cuerpos de apóstoles.
La consagración de la iglesia tuvo probablemente lugar el 1 mayo. Sólo por esta consagración vinieron a parar los apóstoles de mayo, Santiago y Felipe, a la misma fecha. Las fuentes más antiguas sólo conocen para el 1 de mayo a Felipe.
(...)
Se discute sobre cuál de los dos apóstoles que llevan nombre de Santiago fuera objeto de la fiesta del 1 de mayo. Actualmente es el hermano del Señor, el "nazareo", como lo llama el Breviario en su octavo responsorio
(...)
Felipe no desempeña gran papel en la piedad popular. El arte lo representa con una cruz en forma de T, en situaciones múltiples: Con la cruz derriba altares, pone en fuga a los démones, cura enfermos, conjura serpientes. En todos los casos hay una leyenda en el fondo.
El que Felipe sea también patrono de bataneros y sombrereros depende de Santiago el Menor, con quien, por razón de la fiesta, va unido su culto.
Santiago, por su parte, fue, según la leyenda, golpeado por un batanero, y a esta circunstancia debe evidentemente su patronazgo sobre bataneros y sombrereros.
En la imaginería lleva la maza del batanero; a la cara se le dan los rasgos del Señor, cuyo hermano era, y a quien, según leyenda, se le pareció mucho».
Pascher menciona la fecha del 1° de mayo porque, hasta la institución de la Memoria de San José Obrero, esa era el día propio de nuestra fiesta de hoy.
Respecto de Felipe, nuestra fuente de información se concentra por completo en el Evangelio de Juan, donde tiene una presencia notable (cfr. 1, 45; 6, 5ss; 12,21; 14,8). Fuera de eso, hay abundantes tradiciones y leyendas que, sin embargo, tienen una profunda influencia en la iconografía del santo.
Con Santiago las cosas son mucho más complejas, porque el Nuevo Testamento menciona a muchos Santiagos, que la tradición redujo a dos: el "Menor", que celebramos hoy, y el "Mayor", Apóstol de España, cuya fiesta es el 25 de julio. Dada la complejidad de la cuestión, dice El Testigo Fiel: «contentémonos con saber que hoy celebramos no sólo al Santiago Apóstol, segundo mencionado en las listas de apóstoles, llamado «Menor», sino también a un personaje prominente de Jerusalén, indispensable para entender cómo la Iglesia de Cristo fue dejando de ser una secta judía para pasar, a ser, no sabemos exactamente cuándo, pero rondando las décadas del 70 u 80, una comunidad creyente con una identidad completamente propia. En ese largo proceso, el Santiago que gobernó la Iglesia de Jerusalén, fuera el pariente del Señor, fuera el Apóstol, fue determinante, como fue determinante su actuación en el llamado «Concilio de Jerusalén» (Hechos 15), como lo recuerda el elogio de la celebración: «Al suscitarse la controversia sobre la circuncisión, se apartó del criterio de Pedro, a fin de que no se impusiese a los discípulos venidos de la gentilidad aquel antiguo yugo». Este Santiago obispo de Jerusalén murió mártir, y, a creer al relato de Josefo (pero el hecho está atestiguado en distintas tradiciones), apedreado hacia el año 62, aunque otros dicen que arrojado desde lo alto del templo» ³.
Oración colecta
Oración colecta
Dios nuestro, que cada año nos alegras
en la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago;
concédenos, por su intercesión,
participar en la pasión y resurrección de tu Hijo unigénito
para que merezcamos contemplarte eternamente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Felipe y Santiago son los Patronos de la Arquidiócesis de Salta, donde se los celebra con el grado de Solemnidad. En la Catedral de esa ciudad tomamos -en julio de 2019- las fotos de nuestra entrada de hoy. Sus imágenes se encuentran en un lugar destacado, junto a las columnas de ambos lados del altar mayor, pero cuando visitamos el templo se encontraban semiocultas por las imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro, en cuyos cultos anuales, que dan comienzo en ese mes, se mueven de su lugar habitual a un lugar más central, tapando parcialmente las de los dos apóstoles. Por ello las fotos los toman de costado. Puede apreciarse esa situación en la foto que sigue.
Elogio del Martirologio: «Fiesta de San Felipe y Santiago, apóstoles. Felipe, que, al igual que Pedro y Andrés, había nacido en Betsaida, era discípulo de Juan Bautista y fue llamado por el Señor para que le siguiera. Por su parte, Santiago, de sobrenombre «Justo», hijo de Alfeo y considerado en Occidente como el pariente del Señor, fue el primero que rigió la Iglesia de Jerusalén. Al suscitarse la controversia sobre la circuncisión, se apartó del criterio de Pedro, a fin de que no se impusiese a los discípulos venidos de la gentilidad aquel antiguo yugo. Muy pronto coronó su apostolado con el martirio».
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¹ (BAC, Madrid, 1965)
² («Quien, oh lector, se acerque al mismo tiempo a Santiago y a Felipe, reciba la luz apostólica que habita este lugar»).
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