1 de mayo de 2021

1° de mayo: San José, obrero

«El 1° de mayo de 1955, el Siervo de Dios Pío XII instituyó la fiesta de San José obrero, "con la intención de que todos reconozcan la dignidad del trabajo y que ella inspire la vida social y las leyes fundadas sobre la equitativa repartición de derechos y de deberes"», recuerda el Decreto de la Penitenciaría Apostólica que establece las indulgencias otorgadas con ocasión del Año de San José:  «Podrá, por lo tanto, conseguir la indulgencia plenaria todo aquel que confíe diariamente su trabajo a la protección de San José y a todo creyente que invoque con sus oraciones la intercesión del obrero de Nazaret, para que los que buscan trabajo lo encuentren y el trabajo de todos sea más digno».


En el mismo sentido se expresa el papa Francisco I en su Carta Apostólica Patris Corde: «Un aspecto que caracteriza a San José y que se ha destacado desde la época de la primera Encíclica social, la Rerum Novarum de León XIII, es su relación con el trabajo. San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo».

Por ello hemos elegido ilustrar esta entrada con una imagen en que se destaca el trabajo de José. Aunque se trata de un tríptico (a la izquierda aparece representado el misterio de la Anunciación y a la derecha la Resurrección del Señor), en el centro se muestra con toda claridad a José trabajando, a un joven Jesús con una sierra -indicando que colaboraba con su padre adoptivo en el trabajo de la carpintería- y a la Virgen María, que lleva un cántaro, también en actitud de trabajo y cooperación.

En este año dedicado a San José, esta es la tercera entrada que dedicamos al glorioso Patriarca. Es oportuno concluirla con la oración que propone el Papa al final de su Carta Apostólica Patris Corde:

Salve, custodio del Redentor

y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a su Hijo,

en ti María depositó su confianza,

contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,

muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía,

y defiéndenos de todo mal. 

Amén.

La imagen (que fotografiamos en dos ocasiones, en abril y en diciembre de 2018) se venera en la iglesia de Jesús de Nazaret.

No hay comentarios:

Publicar un comentario