En algunos calendarios particulares, el viernes que sigue a Cenizas se celebra una fiesta en honor de la Corona de Espinas del Señor.
Leemos en la Enciclopedia Católica:
La primera fiesta en honor de la corona de espinas (Festum susceptionis coronae Domini) fue instituida en París en 1239, cuando San Luis trajo una pequeña reliquia de la corona, la cual fue depositada en la capilla real, erigida en 1241-48 para guardar ésta y otras reliquias de la pasión. La fiesta, celebrada el 11 de agosto, al principio fue reservada solamente a la capilla real, pero fue observándose gradualmente en todo el norte de Francia. En el siguiente siglo, se instituyó otra fiesta de la santa corona, que fue celebrada el 4 de mayo, junto con la fiesta de la Santa Cruz.
Justamente el vitral que vemos en las fotos muestra a San Luis, Rey de Francia, llevando piadosamente la sagrada corona, que depositó para su veneración, como sabemos, en la Sainte Chapelle.
Nos ha parecido interesante compartir aquí una traducción aproximada del formulario de la misa propia de esta Memoria:
Introito
Cant 3, 11 - Salid, hijas de Sión, y ved al rey Salomón con la corona que le puso su madre, preparando la Cruz de su Salvador.
Sal. 8, 6-7 - Lo coronaste de gloria y honor y lo pusiste al frente de la obra de tus manos.
Oración
Concede, Dios todopoderoso, que quienes hoy, en memoria de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, veneramos su Corona de Espinas en la tierra, merecemos ser coronados por Él de gloria y honor en los cielos.
Lectura (Cant. 3, 7-11; 4, 1 et 8)
¡Es la litera de Salomón! La rodean setenta guerreros, de los más valientes de Israel: todos ellos provistos de espada, adiestrados para el combate, cada uno con su espada a la cintura por temor a los peligros de la noche. El rey Salomón se hizo una litera con maderas del Líbano. Sus columnas las hizo de plata, su respaldo de oro, su asiento de púrpura, con el interior revestido de ébano. Hijas de Jerusalén, salgan a contemplar al rey Salomón, con la corona que le ciñó su madre, el día de su boda, el día de su alegría. ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, detrás de tu velo. ¡Ven conmigo del Líbano, novia mía, ven desde el Líbano y serás coronada!
Tracto
Is 61, 10 - El Señor lo vistió con vestiduras de salvación, lo envolvió con el manto de justicia, como un esposo que lleva una diadema.
Is 28, 5 - La corona de la tribulación brillará como una corona de gloria y una diadema espléndida.
Sap 5,17 - Recibió un cetro magnífico y una corona espléndida.
Evangelio (Jn 19, 1-5)
En aquel tiempo, Pilato mandó azotar a Jesús. Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto rojo, y acercándose, le decían: «¡Salud, rey de los judíos!», y lo abofeteaban. Pilato volvió a salir y les dijo: «Miren, lo traigo afuera para que sepan que no encuentro en él ningún motivo de condena». Jesús salió, llevando la corona de espinas y el manto rojo.
Ofertorio
Adoramos, oh Señor, tu Corona, y recordamos tu gloriosa Pasión.
Secreta
Fortalece, oh Rey Todopoderoso, la fuerza de tus soldados, para que aquellos a quienes en esta vida mortal los alegra la corona de tu Hijo único, una vez terminada su carrera, obtengan el premio de la vida inmortal.
Comunión
Prov 4, 9 - Alégrate, madre nuestra: el Señor pondrá en tu cabeza una diadema de gracia, te obsequiará una corona de gloria.
Postcomunión
Te imploramos, Dios Todopoderoso, que este sacramento que hemos recibido nos sostenga, por la virtud de la sacrosanta Corona de tu Hijo, que hoy celebramos solemnemente.
Para la traducción de las oraciones nos hemos ayudado con Google; para la versión en español de las referencias bíblicas, hemos usado la versión de El Libro del Pueblo de Dios que aparece en la página web del Vaticano. Las fotos son de un antiguo misal de altar.
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