Rosa Virginia Pelletier nació en 1796 en la isla de Noirmoutier, frente a la costa de Bretaña. En la escuela, Rosa oyó hablar del Instituto de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio, que tenía una casa en Tours, donde ella vivía entonces. La congregación había sido fundada por San Juan Eudes en 1641 para rescatar y defender a las mujeres caídas o en peligro. Rosa ingresó en el noviciado en 1814; hizo sus votos en 1817. Tomó entonces el nombre de María de Santa Eufrasia.
Pocos años más tarde fue elegida superiora del monasterio de Tours. Organizó la obra que llamó de las "magdalenas", «jóvenes convertidas que viven como religiosas con hábito y regla propia». En 1829 se le confió la fundación de un monasterio en la ciudad de Angers; la santa fue allí a tomar posesión de una casa de refugio que existía desde hacía varios años y se llamaba «El Buen Pastor». «Diversas causas llevan a este monasterio a constituirse en una nueva congregación, el Instituto de Hermanas del Buen Pastor», dedicado a «la recuperación y salvaguardia de la juventud femenina». En 1835 recibió la aprobación pontificia. Hasta su muerte, «fundó 111 casas de la nueva congregación en 15 países de los cinco continentes»; en vida de la santa, las religiosas llegaron a superar las 2300 y las "magdalenas" más de 1000. "Santa Eufrasia", como la llamaba el pueblo, fue reelegida superiora varias veces.
Murió en olor de santidad el 24 de abril de 1868. Fue beatificada en el Año Santo extraordinario de 1933 por Pío XI y canonizada en 1940 por Pío XII.
Las primeras religiosas de la congregación fundada por María de Santa Eufrasia llegaron a Buenos Aires en 1885, procedentes de Montevideo; buscaban aquí refugio de la restrictiva Ley de Conventos dictada por ese entonces en el Uruguay. Se instalaron en una pequeña casa alquilada, sobre la avenida Independencia, pero poco después, aplacada la situación en el país vecino, las hermanas regresaron a Montevideo.
Gracias a una de las hermanas -la Madre María de San Agustín, de origen chileno y hoy en proceso de canonización-, se logró la definitiva fundación en Buenos Aires con la llegada de cinco monjas provenientes de Santiago de Chile. Una benefactora cedió una casa de su propiedad ubicada sobre la avenida Belgrano. En abril de 1886 las religiosas se trasladaron a su nueva sede. Pero el inmueble pronto resultó pequeño, por lo que la Madre San Agustín logró que una nueva bienhechora donara el terreno de lo que sería el asiento definitivo de la congregación en el barrio de Caballito. La donación fue aceptada por el Arzobispado en junio de 1888; en febrero de 1890 comenzaron las excavaciones. El convento fue construido lentamente entre 1890 y 1894 con donaciones, subvenciones y préstamos.
Restaba edificar una iglesia anexa al convento. El templo debía estar dedicado al Sagrado Corazón de Jesús por pedido expreso de la donante. La piedra fundamental fue colocada en una ceremonia presidida por el Arzobispo Aneiros el 24 de abril de 1894. Diez años después, pudieron comenzarse los trabajos para erigirla; fue consagrada por el Arzobispo Espinosa el 3 de diciembre de 1907.
Diversos cambios se produjeron a lo largo del siglo en la casa y en la benemérita comunidad de religiosas.
En 1996 el templo fue erigido en sede de la parroquia que se denominó "Sagrado Corazón de Jesús Buen Pastor".
En ese bello templo neorrománico tomamos en junio del año pasado las fotos de esta entrada.
Cerramos esta nota sobre la santa de hoy con el elogio que le hace el Martirologio Romano [«En Anjou, en Francia, Santa María de Santa Eufrasia (Rosa Virginia) Pelletier, virgen, que fundó el Instituto de las Hermanas del Buen Pastor, para acoger piadosamente a las mujeres de vida ligera, llamadas Magdalenas (1868)]», y con la frase que se lee en el libro que sostiene la imagen: «Un alma vale más que un mundo».
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