«Yo soy el Buen Pastor»: la frase que se lee en una de las estaciones del Vía Lucis de la iglesia porteña de San Pablo corresponde al fragmento evangélico que se lee hoy en la misa (Juan 10, 11-18), del que copiamos más abajo el comienzo de la perícopa.
«Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas» (Jn 10, 11-15).
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