1 de junio de 2025

Domingo VII de Pascua

En el Ciclo C, la Segunda Lectura de la misa del Séptimo Domingo de Pascua (en los lugares en que no está  ocupado por la Solemnidad de la Ascensión)   dice así:

Yo, Juan, escuché una voz que me decía:

Pronto regresaré trayendo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin. ¡Felices los que lavan sus vestiduras para tener derecho a participar del árbol de la vida y a entrar por las puertas de la Ciudad!

Yo Jesús, he enviado a mi mensajero para dar testimonio de estas cosas a las Iglesias. Yo soy el Retoño de David y su descendencia, la Estrella radiante.

El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!», y el que escucha debe decir: «¡Ven!». Que venga el que tiene sed, y el que quiera, que beba gratuitamente del agua de la vida.

El que garantiza estas cosas afirma: «¡Sí, volveré pronto!».

¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!

(Apoc 22, 12-14.16-17.20) 

Las palabras en negrita están representadas en la pintura del techo de la Basílica de la Inmaculada Concepción, de Concepción del Uruguay.

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