En la Solemnidad de Cristo Rey, visitamos la iglesia porteña de igual nombre, ubicada en Zamudio 5551. En el tímpano sobre la puerta principal, este hermoso motivo alegórico sintetiza plásticamente el sentido de la fiesta de hoy. De igual modo lo hace el Prefacio, que transcribimos a continuación
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno:
Porque has ungido con el óleo de la alegría
a tu Hijo único, nuestro Señor Jesucristo,
como Sacerdote eterno y Rey del universo.
Él, víctima inmaculada y pacifica,
se ofreció en el altar de la cruz,
realizando el misterio de la redención humana.
Así sometió a su poder a la creación entera,
para entregarte, Padre santo,
el reino eterno y universal,
reino de verdad y de vida,
reino de santidad y de gracia,
reino de justicia, de amor y de paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales,
proclamamos el himno de tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario