Los magos representados llevan sus dones, tal como lo relata el Evangelio de hoy: «al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra» (Mt 2, 11).
El mensaje de la Epifanía está resaltado por el texto que sostiene el ángel en la parte superior: en la filacteria se lee “Adorabunt eum reges” (Lo adorarán los reyes), cita del salmo 71, 11, que es parte del Salmo Responsorial de la misa de la solemnidad de hoy (Sal 71, 1-2. 7-8. 10-13):
R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!
Concede, Señor, tu justicia al rey
y tu rectitud al descendiente de reyes,
para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.
Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas le paguen tributo.
Que los reyes de Arabia y de Sabá le traigan regalos;
que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones. R.
Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.
Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes. R.
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