Laetamur de gloria vestra
Nos alegramos de vuestra gloria (1 Mac 12, 12)
Con enorme alegría celebramos hoy por primera vez la Memoria litúrgica de Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú y Medina, beatificado el pasado 4 de septiembre en Catamarca.
Lo hacemos con una antigua estampita que conservamos piadosamente con cariño desde nuestra adolescencia.
Bien haya el santo piadoso
-santo he dicho y no lo enmiendo-
que tal fama desde entonces
mereció aquel reverendo.
...
Era hijo de Catamarca,
no es justo que esto se calle,
pues Nuestra Señora y él
son las glorias de aquel valle
Y Rubén Darío lo describió así:
«Un báculo que era como un tallo de lirios,
una vida en cilicios de adorables martirios,
Un blanco horror de Belzebú,
un salterio celeste de vírgenes y santos,
un cáliz de virtudes y una copa de cantos,
tal era Fray Mamerto Esquiú.
Con su mano sagrada fué a recoger estrellas;
antes cansó su planta, dejando augustas huellas,
feliz Pastor de su país.
Ahora corta del Padre las sacras azucenas;
sobre esta tierra amarga, cogía a manos llenas
las florecillas del de Asís».
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