22 de julio de 2023

22 de julio: Fiesta de Santa María Magdalena

En la entrada del 22 de julio de 2016 hicimos referencia a la actual liturgia de esta fiesta, que, dejando de lado la tradición de considerar a María Magdalena como pecadora, hace hincapié en su misión de «anunciar la alegría pascual» y en su  condición de «apóstol de los apóstoles».

El prefacio de hoy (de reciente factura) menciona que Magdalena amó a Cristo  «mientras vivía, lo vio morir en la cruz, lo buscó yacente en el sepulcro y fue la primera en adorarlo cuando resucitó de entre los muertos».

La figura de María Magdalena es fascinante por su cercanía a Jesús; por lo que sabemos de ella y por lo que no sabemos; por las tradiciones que la mencionan y por su lugar destacado en los Evangelios.  Dado que la imagen que ilustra esta entrada la muestra con un frasco de perfumes, nos centraremos hoy en ese detalle, es decir, en la presencia de María Magdalena en el sepulcro de Cristo en la madrugada del domingo, atestiguada unánimemente en los cuatro evangelios:

■Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro (Mt 28, 1).

Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro (Mc 16, 1).

El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado (...) Eran María Magdalena, Juana y María, la madre de Santiago, y las demás mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo a los Apóstoles (Lc 24, 1. 1o).

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada  (Jn 20, 1).


En el Oriente cristiano  Magdalena es llamada "mirófora" ("portadora de perfumes", como en la imagen). En el Kondakion 9 de su fiesta se reza:

Kondakion 9

Toda la asamblea angélica está asombrada, Cristo Rey, del gran misterio de tu gloriosa Resurrección; el infierno se llenó de temor al ver que habías descendido a las profundidades del tierra y roto los candados eternos que nos unían a todos. Y nosotros, regocijándonos con las mujeres miróforas, con alegría gritamos: ¡aleluya!

Ikos 9

Ningún orador puede decir lo suficiente sobre el gran dolor que llegó a ti, gloriosa María, cuando estabas sentada llorando junto al sepulcro.

Porque, ¿qué palabras podrían expresar el dolor en tu alma cuando no hallaste al Señor en el sepulcro; Él, a quien tú amabas espiritualmente más que a tu vida? En tu corazón lleno de dolor y privado de claridad, ni el resplandor ni el consuelo de los ángeles podía penetrar. Entendiendo la inmensidad de tu sufrimiento, con humildad te cantamos:

Alégrate, tú que te inclinaste en la tumba para ver a Jesús;

Alégrate, que ahora lo ves reinar en gloria en su trono;

Alégrate, que aún en la tierra viste a las criaturas luminosas del Cielo;

Alégrate, tú, a quien la Resurrección de Cristo fue anunciada con acentos de alegría;

Alégrate, que estás unida al gozo eterno;

Alégrate, que por amor llevaste mirra a Cristo;

Alégrate, Mirófora que corriste con afecto a ungir a Cristo con buen perfume;

Alégrate, tú que has desechado las dulzuras del mundo pecador;

Alégrate, tú que amaste espiritualmente la dulzura celestial de Jesús;

Alégrate, brote  nacido del jardín de Jesús;

Alégrate, vid fecunda de la viña de Dios;

Alégrate: se te ha mostrado una morada adornada con el Espíritu Santo;

Alégrate, Santa María Magdalena, tú que con fe predicaste como apóstol al Señor Jesús.


La imagen pertenece a la iglesia ortodoxa rusa de la Santísima Trinidad.

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