Pío de Pietrelcina fue canonizado el 16 de junio de 2002 por Juan Pablo II. La bella homilía del Pontífice en esa celebración concluyó con una plegaria al nuevo santo, que ahora transcribimos, junto con una foto de su imagen venerada en la Basílica de Nuestra Señora de los Buenos Aires.
«"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque (...) has revelado estas cosas a los pequeños" (Mt 11, 25).
¡Cuán apropiadas resultan estas palabras de Jesús, cuando te las aplicamos a ti, humilde y amado padre Pío!
Enséñanos también a nosotros, te lo pedimos, la humildad de corazón, para ser considerados entre los pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás, con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos.
Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús.
Sostennos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén».
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