8 de noviembre de 2024

8 de noviembre: «Synaxis de los Príncipes de la milicia celestial Miguel, Gabriel y de los otros espíritus incorporales»

Esta sinaxis se celebra el 8 de noviembre en el Calendario Litúrgico bizantino  ¹.

El texto que sigue fue publicado en el sitio de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la Argentina. Una aclaración: el texto menciona a siete arcángeles: los tres reconocidos en la tradición católica y cuatro más; hemos mantenido la mención a los siete, pero omitimos los párrafos que se refieren directamente a estos cuatro, no aceptados en la Iglesia Católica. También omitimos el que se refiere a San Rafael, para centrarnos en los dos que aparecen en el título de esta celebración. 


La fiel Iglesia de Cristo celebra, una vez al año, a los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, junto a la legión de todos los ángeles.

La palabra “arcángel” significa “más importante que los ángeles” o “el primero de entre los ángeles”. Por su parte, la palabra “ángel” significa “anunciador”, porque los ángeles anuncian en la Tierra la voluntad de Dios. Los ángeles son “espí­ritus que trabajan”, como dice el profeta David en el Salmo 104. Ellos fueron creados por Dios antes del hombre y del mundo visible.

Según las enseñanzas de los Santos Padres de la Iglesia, los ángeles se pueden clasificar en nueve grupos, teniendo cada grupo una misión que cumplir en el cielo y en la tierra. Los ángeles son espí­ritus, es decir, cuerpos inmateriales, inmortales, o como dice San Pablo, tienen “cuerpos celestiales”, es decir, cuerpos angelicales que se diferencian de aquellos terrenales, que son mortales. El propósito principal para el que fueron creados los ángeles, que forman un mundo invisible, es para alabar incesantemente a Dios. Luego, para cumplir ante todo Su voluntad, para revelar a los hombres la voluntad de Dios y para ayudarlos a cumplir con Sus mandatos.

De entre todos los Santos Padres, quien habla más largamente sobre los ángeles, es San Dioniso el Aeropagita, discí­pulo del Santo Apóstol Pablo, él dice que los ángeles se dividen en nueve grupos, cada uno de ellos teniendo un nombre y una misión propia. Así­, las legiones angelicales se dividen en tres jerarquí­as o grupos. Así­, el grado más alto, que tiene su lugar cerca de la Santí­sima Trinidad, está formada por los Serafines, Querubines y Tronos. Estos están alrededor del trono de Dios, anunciando Su voluntad a los ángeles. La jerarquí­a del medio está formada por los Señorí­os, Poderes y Soberanos, como los llama también el Apóstol Pablo. Ellos dominan sobre los ángeles de más abajo y sobre los poderes del infierno y del universo entero. La jerarquí­a más baja es la de los Principados, Arcángeles y Ángeles. Estos están mucho más cerca de los hombres, a quienes dan a conocer la voluntad de Dios y los ayudan a escapar de las astucias de los ángeles malos, de las tentaciones del enemigo.

Los Santos Arcángeles son siete, quienes están frente al trono glorioso de Dios, según las palabras del evangelista San Juan en el Apocalipsis (1, 4). Estos son: Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Salael, Gudiel y Varael. Cada uno de ellos tiene su propia misión divina qué cumplir.

Miguel, que se interpreta “el poder de Dios”, es el soberano de las huestes celestiales y el primero de los Arcángeles. Él sostiene una espada de fuego y tiene como mandato proteger la Ley de Dios y vencer al enemigo, Él mismo dijo “Yo soy el Jefe de los ejércitos del Señor y acabo de llegar” (Josué 5, 14).

Gabriel, que se interpreta como “hombre-Dios”, es el arcángel de las buenas nuevas de felicidad, quien tiene como misión el anunciar a los hombres los misterios divinos. Él no lleva una espada de fuego, sino un lirio de perfecta alegrí­a. Se le representa con una mirada dulce y con gesto de divina serenidad. Por esto, fue el elegido y enviado por Dios para anunciar a la Virgen de Nazaret el gran misterio de la encarnación del Señor.

(...)

No olvidemos que los Santos Arcángeles son los primeros ángeles en interceder ante Dios por los hombres. Ellos cuidan y protegen a los cristianos, ayudándolos en el camino de la salvación. El Arcángel Miguel es el protector directo de los monjes, de los ejércitos cristianos, de los soberanos que portaban en momentos de batalla el í­cono de este arcángel. El Arcángel Gabriel, es principalmente el protector de las vírgenes cristianas, de las familias cristianas, de las parturientas, de los niños y de las monjas.


Dos composiciones fotográficas, con imágenes tomadas en la Basílica de Nuestra Señora de los Buenos Aires, ilustran esta entrada.



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¹ Cfr. Revista Litúrgica Argentina, número 206-207 -dedicado a las Liturgias Orientales-, 1962. Editor: Abadía de San Benito.

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