Esta es la primera vez en que se celebra la memoria del Beato Eduardo Pironio. Fue beatificado en diciembre de 2023, pero en 2024 la conmemoración litúrgica se vio impedida porque cayó en domingo.
Eduardo Pironio nació nació en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, en 1920. Su bautismo tuvo lugar en Luján. Fue ordenado sacerdote en 1943. En 1964 fue nombrado Obispo Titular de Caeciri y Auxiliar de La Plata. Fue promovido a Obispo de Mar del Plata en 1972.
En 1975 fue trasladado a Roma como Pro-Prefecto de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares. Elevado al cardenalato el 24 de mayo de 1976 con el Título diaconal de San Cosme y San Damián, pasó a ser Prefecto de la misma Congregación. Lo fue hasta 1984, año en que fue designado Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, cargo que ejerció hasta su retiro en 1996.
En 1987 su Título cardenalicio fue elevado a presbiteral; finalmente, en 1995, fue designado Cardenal Obispo de Sabina-Poggio Mirteto.
Murió en Roma el 5 de febrero de 1998. Sus restos reposan en la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Luján.
En la homilía de su beatificación, celebrada el 16 de diciembre de 2023 en esa misma Basílica, el Legado Papal, cardenal Fernando Vérgez Alzaga -quien fue secretario de Pironio durante 23 años- subrayó que el inmenso amor de Pironio por Cristo "se transformó en amor por sus hermanos y hermanas, para que también ellos pudieran experimentar las riquezas del Corazón divino". Por eso "se hizo todo para todos, para velar por ellos en la causa de Cristo". Como "su secretario personal en Roma durante muchos años", recordó el delegado pontificio, "experimenté verdaderamente su paz interior, su profunda amistad con Dios y su espíritu de santidad. Es algo que experimentaron todos los que le conocieron". Vivía con heroísmo las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, pero las interpretaba "a la luz de las bienaventuranzas, la mansedumbre, la misericordia y la pureza de corazón".
Añado, a modo de anécdota, que conocí personalmente y tuve ocasión de dialogar brevemente con el cardenal Pironio durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Buenos Aires en 1987.
Tomé la foto que ilustra esta entrada en la Catedral de Mar del Plata en mayo de 2022.
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