Las ferias del 17 al 24 de diciembre, inclusive, tienen la finalidad de preparar más directamente la Navidad. Suelen ser llamadas "Ferias Mayores" del Adviento. Los evangelios de las misas de esos días relatan en orden los acontecimientos que precedieron al nacimiento de Jesús.
Hoy se lee, del Evangelio de San Lucas, el episodio de la Anunciación (1, 26-38), en el que remarcamos algunas palabras, por los motivos que se aclararán al ver la imagen que acompaña el texto.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?»
El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».
Y el Ángel se alejó».
El bello vitral de la Basílica de Nuestra Señora del Socorro, que fotografiamos en 2017, muestra al Ángel Gabriel y a sus pies la frase "Ancilla Domini", "Servidora del Señor".

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