18 de agosto de 2020

18 de agosto: San Alberto Hurtado

Alberto Hurtado Cruchaga nació en Viña del Mar, Chile, el 22 de enero de 1901. «Quedó huérfano de padre a la edad de 4 años. Su madre se vio obligada a vender en condiciones desfavorables su propiedad para pagar las deudas de la familia. Como consecuencia de ello, Alberto y su hermano debieron ir a vivir con parientes, y a menudo a transferirse de uno a otro de ellos. Así experimentó desde pequeño la condición de los pobres, sin casa y dependiendo de otros. Una beca le permitió estudiar en el Colegio San Ignacio de Santiago. Aquí se hizo miembro de la Congregación Mariana (lo que hoy son las Comunidades de Vida Cristiana, CVX) y como tal se interesó vivamente por los pobres, yendo a trabajar con ellos a los barrios más miserables todos los domingos por la tarde».
Al terminar los estudios secundarios quiso hacerse jesuita, pero debió postergar su deseo para ocuparse de su madre y de su hermano. Trabajaba por las tardes para mantener a los suyos y al mismo tiempo, no sólo poder estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, sino también seguir visitando cada semana a los pobres. Después de graduarse ingresó finalmente en el Noviciado de la Compañía de Jesús. En 1925 se trasladó a nuestro país, a Córdoba. En 1927 fue enviado a España para realizar sus estudios de filosofía y teología, pero tras la expulsión de los jesuitas de ese país, en 1931, debió trasladarse a Lovaina, Bélgica, donde fue ordenado sacerdote en 1933. En 1935 se doctoró en Pedagogía y Psicología. Regresó a Chile en 1936; allí se dedicó primero a la docencia.  
«Escribió varios artículos sobre educación y acerca del orden social cristiano. Construyó una casa de Ejercicios Espirituales en un pueblo que hoy lleva su nombre. Fue director de la Congregación Mariana de los jóvenes del colegio, a quienes invitó a ser catequistas en medios populares. Dio Ejercicios Espirituales en incontables ocasiones. Fue director espiritual de muchos jóvenes, acompañando a varios en su respuesta a la vocación sacerdotal, y contribuyendo notablemente a la formación de muchos laicos cristianos». En 1941 publicó su libro más famoso: «¿Es Chile un país católico?». Fue también Asesor de la rama juvenil de la Acción Católica, primero de la Arquidiócesis de Santiago, y luego de todo Chile. 
«En octubre de 1944, mientras daba un retiro, sintió una imperiosa necesidad de llamar a la conciencia de sus auditores acerca de la necesidad que pasaban muchos pobres en la ciudad, y en especial muchos niños que vivían en las calles. Esto despertó una pronta reacción generosa. Fue el inicio de la iniciativa que ha hecho más conocido al P. Hurtado: se trata de aquella forma de actividad caritativa que ayuda a gente sin techo, dándole no sólo un lugar para vivir sino un verdadero hogar: el Hogar de Cristo. A través de la contribución de benefactores y con la activa colaboración de laicos comprometidos, el Padre Hurtado abrió una primera casa de acogida para niños, luego una para mujeres y otra para hombres. Los pobres comenzaron a tener en el Hogar de Cristo un ambiente de familia en el cual vivir. Estas casas se fueron multiplicando y adquiriendo nuevas formas y características».
En 1947 fundó la Asociación Sindical Chilena. Escribió varios libros y creó la revista Mensaje, para dar a conocer la doctrina de la Iglesia.
«Un cáncer al páncreas terminó con su vida en pocos meses. En medio de los grandes dolores solía repetir: «Contento, Señor, contento». Después de haber pasado su existencia manifestando el amor de Cristo a los pobres, fue llamado por Él el 18 de agosto de 1952».
Fue beatificado por San Juan Pablo II el 16 de octubre de 1994, y canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2005. 
La imagen que se ve en las fotos de esta entrada se venera en la iglesia porteña dedicada a San Sabino y Bonifacio; las tomé en junio de 2018.  Los párrafos entrecomillados y en cursiva los tomamos del sitio El Testigo Fiel.

Próxima entrada: 19 de agosto (San Juan Eudes)

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