Hoy, Domingo XXX del Tiempo Ordinario, se lee en el actual Ciclo A, como Evangelio de la misa, el fragmento de Mateo (22, 34-40) que a continuación transcribimos:
«Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”.
Jesús le respondió:
“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”».
Sobre este fragmento, y en particular sobre la frase que destacamos en las fotos, dice San Agustín: (De doctrina christiana, 1,22):
«Se te manda que ames a Dios de todo corazón, para que le consagres todos tus pensamientos; con toda tu alma, para que le consagres tu vida; con toda tu inteligencia, para que consagres todo tu entendimiento a Aquel de quien has recibido todas estas cosas. No deja parte alguna de nuestra existencia que deba estar ociosa, y que dé lugar a que quiera gozar de otra cosa. Por lo tanto, cualquier otra cosa que queramos amar, conságrese también hacia el punto donde debe fijarse toda la fuerza de nuestro amor. Un hombre es muy bueno, cuando con todas sus fuerzas se inclina hacia el bien inmutable».
Y en De Trinitate (8, 7), dice:
«Siendo, pues, dos los preceptos de los cuales dependen la Ley y los Profetas -el amor de Dios y del prójimo- con razón la Sagrada Escritura los presenta muchas veces como uno solo. Ya como amor de Dios, según aquello de San Pablo: "Sabemos que a los que aman a Dios todo les sale bien" (Rom 8,28), ya como amor del prójimo, como dice el mismo Santo; "Toda la ley está comprendida en un solo punto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Gál 5,14). Por lo tanto, como el que ama a su prójimo consiguientemente amará también a Dios, amamos a Dios y al prójimo con la misma caridad, aunque debemos amar a Dios por sí mismo, y al prójimo por Dios».
El campanil de la Catedral de Zárate-Campana recoge la frase "Amarás al Señor tu Dios", como vemos en las fotos, tomadas en febrero.
Próxima entrada: 31 de octubre (San Alonso Rodríguez)
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