Una imagen de la Inmaculada Concepción apareció, alrededor de 1618, en una gruta de la localidad catamarqueña de Choya, cerca de la capital provincial.
Un aborigen, que pertenecía al encomendero Manuel de Salazar, descubrió un sendero que recorrían periódicamente mujeres nativas subiendo la quebrada, que llevaba a un nicho de piedra a unos siete metros de altura; allí encontró una imagen de la Virgen María, pequeña, de rostro moreno y con las manos juntas.
Cuando Manuel de Salazar tomó conocimiento del hallazgo, trasladó la imagen a su casa, en San Isidro, Valle Viejo, donde se dedicó íntegramente, hasta su muerte en 1638, al cuidado y veneración de la bendita imagen de la Virgen del Valle. En 1688 la Virgen del Valle fue jurada como Patrona de toda la provincia de Catamarca.
En Buenos Aires, en 1920, por iniciativa de los Canónigos Regulares de Letrán, la Curia Metropolitana decide la dedicación de una capilla en honor de Nuestra Señora del Valle de Catamarca. La capilla se inaugura al año siguiente en Avenida Córdoba al 3300; en el año 1929 se resuelve que sea sede de una nueva Parroquia.
En ese templo porteño tomamos las fotos que hoy compartimos con ustedes.
Próxima entrada: 14 de abril, Beato Pedro González
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