Es hermosa la capilla gótica que está como "escondida" dentro del colegio de Nuestra Señora, en Esmeralda y Córdoba. Uno de los detalles más destacados de ese espacio sagrado son los vitrales, que tuve ocasión de fotografiar en diciembre pasado.
Entre ellos, hay dos contiguos, uno que representa a San Pedro y el otro a San Pablo, en ambos casos con sus atributos iconográficos habituales.
«¿Con qué coronas de alabanzas coronamos a Pedro y Pablo? Los principales de los predicadores de Dios; los unidos por el espíritu, aunque separados por los cuerpos; pues a uno por ser el líder de los Apóstoles y al otro por haber fatigado más que los otros. Y ambos habían sido coronados digna y debidamente, con las coronas inmarcesibles de la gloria, por Cristo nuestro Dios que posee la gran misericordia».
(De las "Vísperas mayores" de algunas liturgias orientales)
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