El 27 de noviembre se celebra la memoria de la Beata Catalina de María Rodríguez, en el día de su natalicio.
Josefina Saturnina Rodríguez nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823 en una familia marcada por la fe católica. Perdió a sus padres siendo niña, y ella y sus hermanas fueron criadas por sus tías. A los 17 años hizo sus primeros Ejercicios Espirituales y allí descubrió su vocación de consagrar su vida a Dios; por ello en un principio se dedicó a promover y sostener la obra de los Ejercicios.
A los 29 años se casó -por consejo de su confesor- con el Coronel Manuel Antonio Zavalía, viudo con dos hijos. Cuando su marido fue nombrado edecán del Presidente Derqui, ambos se fueron a vivir a Paraná; en esa ciudad tuvieron una hija que murió al nacer.
A los 42 años, ya de vuelta en Córdoba, Catalina quedó viuda. Entonces renació su primera vocación y surgió el sueño de formar una comunidad de señoras al servicio de las mujeres más vulnerables para catequizarlas, enseñarles a trabajar y vivir con ellas.
Tras siete años de pruebas y contratiempos, el 29 de septiembre de 1872 nacieron las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, primera congregación de vida apostólica de la Argentina.
Por pedido del Cura Brochero, en 1880, dieciséis hermanas cruzaron las Sierras Grandes a caballo para atender la Casa de Ejercicios y el Colegio de Niñas fundados por Brochero.
Catalina de María Rodríguez, siempre apasionada por el Corazón de Jesús y por la humanidad, murió el 5 de abril de 1896, y fue beatificada por Francisco I el 25 de noviembre de 2017.
Las imágenes corresponden a grandes afiches ubicados en el exterior del Colegio Divino Corazón de la ciudad de Buenos Aires.
Próxima entrada: 2 de diciembre (Aniversario de la ordenación episcopal de monseñor Charbel Mehri)
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