26 de septiembre de 2023

26 de septiembre: Beato Luis Tezza

Entre las memorias de hoy en el Martirologio está la siguiente: 

«En la ciudad de Los Reyes, en Perú, beato Luis Tezza, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, que, para servir a Dios junto a los enfermos, fundó la Congregación de las Hijas de San Camilo, a las que dirigió para llevar a cabo muchas obras de caridad (1923)».

Luis Tezza nació en Conegliano el 1 de Noviembre de 1841. Quedó huérfano de padre a los 9 años. A los 15 años ingresó en la orden de los «camilos» (Ministros de los Enfermos de San Camilo de Lellis). A su vez la madre entró en el monasterio de la Visitación de Padua, donde dejó fama de religiosa excepcional.

Una vez ordenado sacerdote, a Luis se le confió la dirección de los religiosos jóvenes. Luego  fue trasladado a Roma como vicemaestro de novicios. Más tarde fue enviado a Francia como maestro de novicios de la nueva provincia religiosa, de la que llegará a ser primer superior provincial. Después de la supresión de las órdenes religiosas, en 1880, fue expulsado de Francia como extranjero, pero retornó clandestinamente después de algunos meses y logró reunir a los religiosos entonces dispersos y así mantener activa a la provincia.

Elegido procurador y vicario general, retornó a Roma, donde, en 1891, tuvo  un encuentro providencial: conoció a Josefina Vannini, a quien le propuso el proyecto de constituir un grupo de mujeres consagradas a Dios en el servicio a los enfermos, según el carisma de San Camilo de Lellis. Así, el 2 de febrero de 1892, nació  la Congregación de las Hijas de San Camilo.

En 1900 fue enviado a Perú. El motivo del traslado fue una grave acusación de relaciones inaceptables con las Hermanas de San Camilo, y en especial con la hermana Vannini. La medida se tomó sin investigación por parte del Cardenal protector de la Congregación, que admitió los rumores como ciertos; el padre Tezza, por su parte, aceptó de un modo ejemplar las medidas que injustamente se tomaron contra él. 

En el Perú se ocupó de reformar la comunidad camiliana de Lima, que había estado separada durante más de un siglo de la casa central de Roma y corría peligro de ser cerrada. Aunque su estadía iba a ser breve, el Arzobispo y el Delegado Apostólico pidieron que permaneciera allí por ser un «hombre inspirado por Dios y providencial para Lima». En el Perú desarrolló un apostolado extraordinario durante 23 años, hasta su muerte, ocurrida el 26 de septiembre de 1923. Hoy se cumplen 100 años de su muerte.

Los restos de quien fue llamado «el apóstol de Lima» reposan en la casa general de las Hijas de San Camilo en Roma, junto a los de la cofundadora, Santa Josefina Vannini, a quien nos referimos el año pasado en el día de su Memoria. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 4 de noviembre de 2001.

La foto, que tomamos en enero de 2021, se venera en la iglesia de San Patricio, en Areco.

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